Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Michoacán
Morelia (CECyTE)

Lic. Fernando Tenorio Patiño, Docente

Mayo 2024

Abstract. – This essay aims to foster critical thinking among students by exploring the core concept of constructivism. It posits constructivism as a framework for individuals to construct their own understanding of the world and develop the competencies to address real-world challenges. The ideas of prominent theorists such as Mario Carrero, Díaz Barriga, Hernández Rojas, Vygotsky, von Glasersfeld, Nelida García Márquez, and Piaget, among others, are presented to establish constructivism as an epistemological foundation that cares about meaningful learning and the key role of teachers in the classroom.

1.- Constructivismo.

 

El presente trabajo es un breve esbozo en relación al constructivismo. La razón de ello es el discurso recurrente de su implementación en el aula. Por ello es que deseo que mis alumnos de la materia de humanidades tengan información breve sobre el mismo, ya que han experimentado una serie de estrategias de aprendizaje derivadas de planeaciones con este espíritu teórico. Sin más que decir como inducción, vamos al tema.

A manera de entrada y para entender el constructivismo, diremos con Mario Carretero (1993, p.21) citado por (Díaz Barriga Arceo & Hernández Rojas, s,f, pág. 2) :

“El individuo -en los aspectos cognitivos, sociales y afectivos- no es un mero producto del ambiente ni un simple resultado de sus disposiciones internas, sino una construcción propia que se va produciendo como resultado de la interacción entre esos dos factores. En consecuencia, el conocimiento no es una copia fiel de la realidad, sino una construcción del ser humano, que se realiza con los esquemas que ya posee, es decir, con lo que ya construyó en su relación con el medio que le rodea”.

El constructivismo surge como una corriente epistemológica preocupada por discernir los problemas de la formación del conocimiento humano. Se encuentran elementos del constructivismo en el pensamiento de autores como Vico, Kant, Marx o Darwin. En estos autores, así como en los actuales exponentes del constructivismo en sus múltiples variantes, existe la convicción de que los seres humanos son producto de su capacidad para adquirir conocimientos y para reflexionar sobre sí mismos, lo que les ha permitido anticipar, explicar y controlar propositivamente la naturaleza, y construir la cultura. (Díaz Barriga Arceo & Hernández Rojas, s,f, pág. 1)

Se destaca la convicción de que el conocimiento se construye por el individuo cognoscente y que éste no se recibe del ambiente. Algunos se centran en el estudio del funcionamiento y contenido de la mente de los individuos, como es el caso de Piaget y su constructivismo psicogenético, otros buscan el desarrollo de dominios de carácter social como en el constructivismo socio cultural de Vigostsky.

Otros autores toman una postura más ecléctica entre éstos dos autores, y otros que plantean un constructivismo radical como: Von Glaserfeid o Maturana, quienes postulan que la construcción del conocimiento es enteramente subjetiva, por lo que no es posible formar representaciones objetivas ni verdaderas de la realidad, sólo existen formas viables o efectivas de actuar sobre la misma, pero a pesar de que los diferentes autores se sitúan en encuadres teóricos distintos, comparten el principio de la importancia de la actividad constructiva del alumno en la realización de los aprendizajes escolares.

Se toma al constructivismo Piagetiano como la teoría emblemática, pero no hay que olvidar que su aporte es más bien epistemológico no educativo, ya que su pregunta problema es: ¿Cómo se pasa de un estado de menor conocimiento a uno de mayor conocimiento?, sin embargo, no por ello debemos minimizar sus aportes del desarrollo cognitivo que son usadas para la selección del contenido curricular de los alumnos. (Díaz Barriga Arceo & Hernández Rojas, s,f, pág. 4)

La teoría de Piaget ha sido criticada por su falta de interés en la relación del que aprende con la sociedad y su cultura, y es ahí donde encontramos la fortaleza de la teoría de Lev Vigotsky, el enfoque sociocultural. Su teoría da énfasis a la acción humana que es mediada por herramientas y signos como el lenguaje. En su teoría el medio social, cultural, los aspectos étnicos influyen más que las condiciones propias del psiquismo del individuo. El papel del docente es justo el de mediador, y en el aula se ponderan el trabajo en equipo y la enseñanza entre compañeros. (Díaz Barriga Arceo & Hernández Rojas, s,f)

Ahora surge aquí la necesidad de tocar la idea del aprendizaje, aunque sea brevemente, por lo que o abordaremos de la siguiente manera:

Para Nélida García Márquez (2000) el aprendizaje es un proceso múltiple que pone al individuo en contacto con la realidad interna y externa a la que observa, analiza, relaciona, interioriza, representa y conceptualiza. Actuando sobre la realidad la aprehende, la hace suya. La relación entre el sujeto que aprende y el objeto que debe ser aprendido se establece mediante una relación entre el aparato biológico, específicamente sistema nervioso central y periférico, y el aparato psíquico consciente e inconsciente que se constituye en la interacción del individuo con su núcleo familiar, y su especialización, que es el aparato cognitivo.

Todos estos aspectos determinan la estructura desde la que el sujeto aprende en interacción con el medio social, económico y cultural del que puede sentirse parte o no, y las herramientas con las que establece el intercambio son: el lenguaje, el juego, las costumbres y los hábitos. Estos le permitirán lograr de manera progresiva el dominio de la relación, e impactarán de manera simultánea en mente, cuerpo y el mundo externo.  (García Márquez, 2000, págs. 23-24)

Lo anterior es porque en el aprendizaje el individuo aprende desde su totalidad, todo está implicado, mente, cuerpo, afectos, esquema referencial e intelecto, ya que el aprender algo es indagar, aprender el no yo y distinguirlo del yo. Implica una actitud de exploración e indagación de adentro hacia afuera y de afuera hacia dentro. Tal es el acercamiento a la realidad y su reconocimiento, que implica que el niño reconozca que no es todo y que todo le está ligado, soporte la perdida y la angustia, elija y crezca.

Para Piaget (García Márquez, 2000, pág. 24) la realidad solo puede ser conocida por aproximaciones sucesivas mediante la actividad del sujeto. Estas aproximaciones son distintas en el sujeto cada vez porque tiene nuevos esquemas de pensamiento, y también cambian en cuanto al acercamiento al objeto o fenómeno que se ve de otro modo. A esto se le llama espiral de conocimiento.

El aprendizaje es vincular puesto que inicia en el seno de la familia en la relación con la madre, e implica una relación sujeto- objeto, en ese distinguir el yo, del no yo que supone una ruptura en el proceso del conocimiento y una restructuración de sentido que delimita el no yo realidad, y su actitud ante el mundo, por lo tanto, ante el aprendizaje.

De la relación con la madre que se va separando del niño, éste empieza a experimentar la falta y la frustración, y es ahí donde vuelca su deseo de aprender ese no yo que es la realidad por la necesidad de procurarse satisfacción, y es ahí donde se inicia la exploración sensorio-motriz del mundo que implica una relación sujeto-objeto y le aportan significado.

La exploración del mundo evoluciona hasta la interiorización de la realidad que se transforma en imágenes mentales como resultado de la aplicación de los esquemas de acción. Imágenes que se interrelacionarán y harán estructuras más complejas llamadas operaciones. (García Márquez, 2000, pág. 25) La familia es importante en dicho sentido porque aprender supone aceptar el dolor de la renuncia y soportar la frustración del fracaso. Los patrones derivados de las funciones paterna y materna, serán transferidos y repetidos en otros escenarios, y es importante que se enseñe a trabajar con la angustia de la ausencia y se le saque al niño de la zona de confort que supone el sentimiento de omnipotencia.

Aprender está ligado al crecimiento puesto que supone dejar la dependencia y abrir un camino hacia la independencia, los docentes y padres deben apoyar a los niños a que dejen el núcleo familiar y se interrelacionen para que usen las herramientas de la cultura, de manera que éstos puedan verse a sí mismos a partir de la imagen de otro y se identifiquen con sus compañeros y maestros. Esto le ayuda a reconocer posibilidades y carencias.

Para Bleguer parafraseado en (García Márquez, 2000, pág. 27) el pensar es abandonar un marco de seguridad y verse lanzado a una corriente de posibilidades. Es decir que es fundamental hacer que el niño abandone la dependencia y se fomente la independencia, la cual solo puede interiorizarse si antes se han experimentado la privación, la frustración y la carencia, realidad que el niño busca equilibrar aprendiendo.

Para aprender el niño debe de pasar de una producción simbólica individual a una socializada que le permita comunicarse y recibir información de los otros sujetos- objetos y del medio. La escuela le permitirá acceder a los conocimientos de la comunidad entre los que destacamos usos y costumbres, y de los temas a los del mundo cultural. Por lo anterior la mejor manera de hacerle aprender a partir de ahí es con el otro y partir del otro, por lo que el trabajo en grupos deberá potenciarse.

Para Díaz Barriga (s,f), el aprendizaje escolar es como un proceso de construcción del conocimiento a partir de los conocimientos y de las experiencias previas, y la enseñanza como una ayuda a este proceso de construcción. (Díaz Barriga Arceo & Hernández Rojas, s,f), así mismo, en éste trabajo la autora dice que la concepción constructivista del aprendizaje escolar se sustenta en la idea de que la finalidad de la educación que se imparte en las instituciones educativas es promover los procesos de crecimiento personal del alumno en el marco de la cultura del grupo al que pertenece.

Estos aprendizajes no se producirán de manera satisfactoria a no ser que se suministre una ayuda específica a través de la participación del alumno en actividades intencionales, planificadas y sistemáticas, que logren propiciar en éste una actividad mental constructiva.

Así, de acuerdo a lo dicho por la autora, la construcción del conocimiento escolar puede analizarse desde dos vertientes:

  1. Los procesos psicológicos implicados en el aprendizaje.
  2. Los mecanismos de influencia educativa susceptibles de promover, guiar y orientar dicho aprendizaje.

 

En el constructivismo se rechaza la idea de la memorización mecánica de los contenidos y de la enseñanza donde es el alumno pasivo. El constructivismo busca que la información sea contextualizada, que el alumno se enseñe a pensar, actuar, y que construya sus conocimientos a la par que se interrelaciona con otros e individualiza los conocimientos.

 

1.2.- El papel del docente.

 

Se cree que el docente es un individuo con grandes conocimientos, que por su preparación está al frente de un grupo de alumnos, a propósito de resolver todas sus dudas, y pasarles su conocimiento del mundo, por ser cierto y verdadero. Nada más alejado que eso. El maestro no necesariamente debe ser un erudito en los temas que trabaja con el alumno, tampoco debe saberse al dedillo los planes y programas de estudio, tan solo debe tomar una postura crítica ante los dogmas y las cosas que se dan por sabidas. (Santos Guerra, s.f., pág. 1)

La didáctica en ese sentido es ciencia de aplicación, puesto que el maestro como tal, de manera normal, no desarrolla teorías o realiza investigaciones, lo cual corresponde a los investigadores y expertos, pero, si aplica en al aula las recomendaciones de éstos, y en tanto lo haga, nutrirá su quehacer y mejorará su experiencia educativa. Lo mismo va para aquellos que se llenan de teorías y cursos sobre técnicas pedagógicas, en tanto no tengan la posibilidad de aplicar dichas técnicas y métodos en un aula y las contextualicen, éstas no han de servirles de gran cosa. (Santos Guerra, s.f., pág. 2)

Atender a las necesidades del alumno también es importante. En ocasiones más vale hacer uso de alguna técnica operativa para guiar a la acción, que la mejor de las teorías, las herramientas más innovadoras, o la información más completa. El maestro debe guiar su práctica y ser crítico, reflexivo, ser capaz de diagnosticar, investigar y actuar de manera independiente. Su práctica exige la contextualización de la información y un desarrollo profesional que trasciende la concepción mecanicista e instrumental de su profesión. La cultura, tradiciones, contexto requieren de él, de una capacidad de improvisación y adaptación con lo cual forma, interviene, y evalúa. (Santos Guerra, s.f.)

Henry Giroux (1990) citado por (Santos Guerra, s.f.) dice al respecto: : “En pocas palabras, las escuelas no son lugares neutrales y consiguientemente tampoco los profesores pueden adoptar una postura neutral… Con esta perspectiva en la mente, quiero extraer la conclusión de que, si los profesores han de educar a los estudiantes para ser ciudadanos activos y críticos, deberían convertirse ellos mismos en intelectuales transformativos”.

Lo anterior en el sentido de que la cultura tiene sus contradicciones y el maestro se encuentra a menudo entre dos fuegos, por ejemplo: se le pide que enseñe al alumno en valores, y por otro lado se le pide que eduque al joven para la vida y su sociedad, en su contexto, en donde está plagado de contravalores que bien contrastan con la educación bien intencionada de aquel profesor, que en éste sentido enseña lo que asume como bueno, debido, esperado, y hace de la vista gorda con esos innobles elementos de la realidad a la que la juventud ha de enfrentarse.

El docente tiene en su experiencia la práctica constante, si ésta se fusiona con la teoría, ello puede dar pie a una nueva práctica que devenga en teoría más tarde. Es menester que éstas nuevas prácticas marquen un elemento de innovación en los grupos de análisis que permitan eliminar los vicios y las prácticas retrogradas, además de fomentar la creación de vínculos inter círculos de investigación en donde se fomente la retroalimentación mutua.

Fernando Tenorio Patiño

 Morelia, Michoacán a 21 de mayo de 2024

 

Trabajos citados

  1. Braunstein, N. (2001). Nada que sea mas simiestro (unheimlich) que el hombre. En N. A. Braunstein, A medio siglo del malestar en la cultura de Sigmund Freud (pág. 191). Buenos Aires: Siglo XXI editores, s.a. de c.v.

Díaz Barriga Arceo, F., & Hernández Rojas, G. (s,f). Cosntructivismo y aprendizaje significativo. Universidad pedagógica nacional, 23.

Freud, S. (1927). El porvenir de una ilusión. Buenos Aires: Amorrortu editores.

Freud, S. (1929). El malestar en la cultura. Buenos Aires: Amorrortu editores.

García Márquez, N. (2000). Quiero aprender, dame una oportunidad. Propuesta teórica y práctica para resolver las dificultades en el aprendizaje escolar. Barcelona: Gedisa.

Plá I., J. (2001). Sueño y tiempos de Freud. En N. A. Braunstein, A medio siglo de el malestar en la cultura de Sigmund Freud (págs. 221-263). Buenos Aires: Siglo veintiuno editores s.a. de c.v.

Santos Guerra, M. Á. (s.f.). La concepcion del profesor. Universidad Pedagogica Nacional, 3.